Helado de Té Verde
3/4 tazas de azúcar morena
4 cucharaditas de jugo de limón fresco
1 1/4 tazas de leche de soya.
Preparación:
Combina el agua y el azúcar en una cacerola pequeña; ponlos a hervir, revolviendo hasta que se disuelva el azúcar. Añade el té. Cubre por cinco minutos. Cuela la mezcla del té con un tamiz fino; bota las hojas de té. Echa y revuelve el jugo de limón. Deja que la mezcla enfríe completamente.
Revuelve la leche de soya. Vierte la mezcla en un bol, coloca este bol dentro de otro que debe contener hielo, bátelo con una batidora o a mano (este proceso es para enfriar la mezcla lo más posible e introducir burbujas de aire en ella que harán que el helado tenga una textura suave) . Coloca el helado en un envase para congelador; cubre y congela por dos horas o hasta que esté firme.
Tradicionalmente, los tés verdes se preparan con agua por debajo del punto de ebullición (de 80 a 90 °C), si es más pareciera que el té se pone amargo.
Sus beneficios medicinales han sido descritos por más de un milenio. El Kissa Yojoki, o Libro del Té, escrito por el prior Zen Eisai en 1191, describe como la bebida de té verde da efecto positivo en los cinco órganos vitales, especialmente el corazón. El libro discute sobre las cualidades medicinales del té verde incluyendo el disipado de los efectos nocivos del alcohol, actuando como estimulante, curando enfermedades de piel, apagando la sed, eliminando indigestiones, curando beriberi, previniendo la fatiga, mejorando las funciones urinarias y del cerebro. También en la Parte Uno explica las formas de las plantas de té, sus flores y sus hojas, cubre cómo crecen las plantas y los procesos de sus hojas. En la Parte Dos, el libro discute dosis específicas y métodos requeridos para enfermedades individuales.
Propiedades
Como propiedad característica, en el té verde destaca una gran cantidad de fluoruro el cual puede ayudar a fortalecer huesos y dientes, y por lo tanto, a reducir la caída de estos, según el estudio de una universidad italiana (Lydia Ferrara, Domenico Montesanoa y Alfonso Senatore).
Además se ha comprobado que tiene potencial para la lucha contra el cáncer de piel, estómago, esófago y colon así como poder para regular el azúcar en sangre y los niveles de insulina. No obstante, suele consumirse en infusión con una alta proporción de azúcar, puesto que potencia su sabor; si en vez de azúcar se añade miel, el sabor resultante no es tan intenso.
Fuente: Wikipedia.
2 comentarios
Mariana -
Gracias!!
harold coto -